viernes, 1 de octubre de 2010

Mi deuda con los teólogos

Resultaría imposible pretender estudiar el Apocalipsis, sin recurrir a los comentarios que otros han hecho sobre el mismo. Por eso tengo una gran deuda con: R. A. Taylor, Mattew Henry, Mario Vega, Morris, LaHaye, Newell, Lensky, Juan Stam, entre otros.

Ellos de seguro ni saben que existo, sin embargo, he construido teología a partir de sus escritos y ponencias. Ese es mi anhelo con el estudio de Apocalipsis en este blog: que usted pueda construir teología a partir de lo que escribo aquí.

No tenga miedo de construir teología. Pues eso no es más que dejar que el Espíritu le guíe a la verdad para que comprenda de manera amplia y completa el apocalipsis, al mismo tiempo construir teología le ayudará a escuchar con gozo lo que Dios quiere decirle.

No hay cosa que deleite más, que estudiar las escrituras y construir teología a partir de su estudio.

1 comentario:

Juan Herrera dijo...

Qué tal? El estudio del apocalípsis siempre despierta pasiones en algunos círculos, y como el resto de la Escritura siempre es importante disponer de herramientas exegéticas que permitan hacer un buen ejercicio hermenéutico, al fin y al cab...o, el libro fue escrito para las comunidades de cristianos de Asia Menor (ahora Turquía) por el pastor y preso político Juan de Patmos. Lo interesante es que para los creyentes este libro no era un misterio, jamás Juan les enviaría un libro para confundirlos sino para infundirles confianza y esperanza en medio de la persecusión. De ese modo, entender el momento y las condiciones de estos hermanos será determinante para poder captar el mensaje. Juan no escribió: "Bienaventurados los que puedan interpretar este enredo..." o "Bienaventurados los que puedan hacer pronósticos con estas cartas..."
El teólogo Juan Stam ha escrito algunos aportes importantes y algunos se pueden conseguir en la web, ojalá y puedan servir para aclarar varias dudas. Lo importante es poder tener una perspectiva integral (social, política, religiosa, económica, etc.) de los creyentes para hacer una buena exégesis.
Juan Herrera