jueves, 13 de octubre de 2011

El uso de los números en el Apocalipsis

Habiendo estudiado algunas características de la literatura apocalíptica en ocasiones anteriores, agotaremos más detalles sobre la misma durante el recorrido que haremos mientras estudiemos el contenido del libro. Por el momento centraremos nuestra atención en el uso de los números en el Apocalipsis de Juan.

Cuando hacemos una lectura simple del libro, una de las cosas que rápidamente identificamos en el texto es el uso frecuente de los números. Es obvio que los números tienen un significado simbólico, y por ello hay muchos  fanáticos del significado subliminal o semiótico que especulan mil cosas sobre el significado de los números cayendo así en errores colosales.

La primera lección que debemos aprender respecto al significado de los números utilizados en el Apocalipsis bíblico es que son simbólicos. Y la segunda es que no debemos tratar de darle un significado más profundo al que en realidad tiene, hacerlo podría ser peligroso y falsearíamos el mensaje que Dios nos transmite a través de ellos.

Los números a los que deberíamos prestarle especial atención son:
El diez (10). El diez denota que algo está completo, y no debe ser tomado como un número exacto. Tal es el caso de los diez cuernos de la bestia que representan diez reyes, si el significado del diez es “completo”, quiere decir que los reyes podrían ser 10, 12, 14, etc.
El Mil (1000). De igual forma que el número diez (10), el mil denota algo completo. De esta forma podemos decir que los mil años del reinado de Cristo no deben ser tomados como mil años exactos, sino como un periodo completo de tiempo según la definición de Dios.  Esta afirmación que acabo de hacer rompe con el pensamiento tradicional que dice: “Cristo reinará mil años exactos…”
El siete (7). Sin duda el número más importante es el siete, pues se repite cerca de 55 veces en el libro. Y también significa “completo”.

El significado de los siguientes números, es el aceptado por la mayoría de escatólogos:
Dos (2). Testigo Dos testigos; los discípulos enviados de dos en dos
Cuatro (4) El mundo Cuatro puntos cardinales
Seis (6) El número del hombre Hombre creado día seis
Siete (7) Dios, divino, completo Dios completó la obra y descansó el día siete
Diez (10) Completo. Completo desde un punto de vista humano
Doce (12) La obra de Dios en el mundo, Doce tribus de Israel, Doce apóstoles

Múltiplos de doce:
24 Iglesia del AT y NT; veinticuatro ancianos
144 12 x 12; AT y NT combinados
12000 Anchura de la Nueva Jerusalén
144000 12 x 12 x 10 x 10 x 10; Iglesia completa

Otros números:
666 Hombre de Satanás, una trinidad de números seis
1600 4 x 4 x 10 x 10 (ver Ap. 14:20)
3,5 años = 42 meses = 1260 días = tiempo, y tiempo y mitad de tiempo = el
período entre la ascensión de Jesús y su Segunda Venida

(Ap. 11:2) ... y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses
i. Los dos testigos profetizan por 1260 días
ii. Es también el tiempo de permanencia de la mujer en el desierto (Ap.
12:6, 1260 días, y Ap. 12:14 tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo).
iii. Que es también el tiempo que Elías oró para que no lloviera, 3 años y
medio, y Dios lo alimentó en forma sobrenatural
iv. Las bestias ejercen autoridad (Ap. 13:5, 42 meses)
v. Que es el mismo tiempo que el tiempo, tiempos y medio tiempo de
Daniel

Aquí les dejo los ejemplos de los números utilizados en el apocalipsis.

Ejemplos del uso del número dos:
11:3 Dos testigos
11:4 Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están
en pie delante del Dios de la tierra
11:10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se
alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos
profetas habían atormentado a los moradores de la tierra
13:11 dos cuernos de la bestia de la tierra

Ejemplos usando el número cuatro:
4:6 Cuatro criaturas vivientes
7:1 Vi cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que
detenían los cuatro vientos de la tierra
9:14-15 Sexta trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados
junto al gran río Éufrates
20:8 Y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos
de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla

Ejemplos usando el número siete:
1:4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia
1:12 ...y vuelto, vi siete candeleros de oro
1:16 Tenía en su diestra siete estrellas
4:5 ...delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son
los siete espíritus de Dios
5:1 ... un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos
5:6 ... un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete
ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra
8:2 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les
dieron siete trompetas
10:3 ... y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces
11:13 ... y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres
12:3 ... he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cabezas siete diademas
16:1 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y
derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios
17:3 una bestia escarlata... que tenía siete cabezas y diez cuernos
17:9-11 ... las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se
sienta la mujer, y son siete reyes... La bestia... es de entre los siete, y
va a la perdición.

Ejemplos usando el número diez
2:10 ... y tendréis tribulación por diez días
12:3 ... un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez
cuernos
13:1 ... una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus
cuernos diez diademas
17:12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes
17:16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la
Ramera

Ejemplos usando el número doce:
12:1 ... y sobre su cabeza una corona de doce estrellas
21:12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas,
doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de
los hijos de Israel
22:2 ... el árbol de vida, que produce doce frutos

Hasta aquí esta entrada del blog del Apocalipsis, esperando que el próximo jueves puedas acompañarme para continuar con este estudio en el que pronto entraremos de lleno al contenido del libro, no sin antes estudiar algunos datos que nos ayudarán a comprender de mejor manera este libro.

Nota: Para escribir esta entrada del blog me auxilié del libro: “Apocalipsis, un comentario de referencia” cuyo autor es R. A. Taylor.

jueves, 11 de agosto de 2011

El género apocalíptico dentro y fuera de la Biblia

En esta oportunidad estudiaremos un poco sobre el género apocalíptico dentro y fuera de la Biblia. Comenzaremos con el contenido apocalíptico dentro de la Biblia.

El género apocalítico dentro de la Biblia.
Dentro del canon bíblico existen varias porciones de carácter apocalíptico. Aquí una lista de esas porciones:
  • El libro de Daniel. Este libro se considera apocalíptico en razón de las visiones de Daniel, es más este libro se considera el apocalpisis del Antiguo Testamento.
  • El apocalipsis Isaítico. Hay algunos capítulos del libro del profeta Isaías que se consideran apocalípticos (24-27; 33-35).
  • El apocalipsis de Ezequiel (2: 8-3; 3:38-39)
  • El apocalipsis de Zacarías (12-14)
  • El apocalipsis de Joel (2)
  • El llamado Discurso escatológico en los evangelios (Mc 13, Mt 24,  Lc 21)
  • El apocalipsis de Pablo (I Tes 4:13-5:11; 2 Tes 2)
  • Y por supuesto nuestro libro de estudio en este blog: El Apocalipsis bíblico.

El género apocalíptico fuera de la Biblia.
  • El apocalipsis de Pedro. 
  • El segundo libro de Enoc
  • El libro de los jubileos de Moisés.
  • El testamento de los Doce Patriarcas.
  • Los libros de Enoc.
  • Salmos de Salomón.
  • Oráculos sibilinos.
  • Asunción de Moisés.
  • Apocalipsis Siríaco de Baruc.
  • Libro IV de Esdras.
Respecto a estos libros, la próxima oportunidad hablaremos con detalle sobre cada uno de ellos. Sobre su propósito, su mensaje, sus redactores, sus destinarios... en fin, todo sobre ellos.

Ahora bien, una pregunta que es frecuente entre los que estudiamos el apocalipsis bíblico es: ¿Por qué sólo el de Juan es considerado inspirado?

La respuesta es sencilla: porque es el único caso en el que Jesús personalmente pide que se escriba dicho libro, pues dice literalmente: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.»  (Ap 1:11)

Saber que fue Jesús en persona el que dio la orden de escribir este maravilloso libro, objeto de estudio de este blog, nos llena de un profundo gozo y nos incita aun más por estudiarlo, escudriñarlo y descubrir su mensaje para el futuro, pues es la única fuente confiable para conocer el futuro.  El horóscopo es una vil mentira, que nos lean las cartas o las manos es una estafa, por eso insisto, solo el apocalipsis es la única fuente confiable para conocer nuestro futuro y el de toda la creación. Sin embargo, no hay que olvidar que también tiene un mensaje para nuestro diario vivir, para el aquí y ahora.

No deje de acompañarme cada jueves en esta maravillosa experiencia apocalíptica, pronto entraremos de lleno al contenido del libro, no sin antes hablar a groso modo de algunas generalidades del mismo y de todo el género literario apocalíptico.

jueves, 28 de julio de 2011

La seudonimia en la literatura apocalíptica

La semana pasada comenzamos estudiando las características de la literatura apocalíptica. En esa oportunidad estudiamos el tema principal de dicho género literario, hoy nos ocuparemos de su carácter seudónimo.
  • El carácter seudónimo de la literatura apocalítica.
Todos los libros apocalípticos utilizan la seudonimia. Es decir la práctica que consiste en atribuir obras literarias a nombres supuestos, recurso muy difundido en el mundo antiguo.

El Apocalipsis de Enoc, Pedro, Abraham, Tomás, Siríaco de Baruc, La Asunción de Moisés, libro de los jubileos (atribuido a Moisés), el testamento de los doce patriarcas... y todos los demás que se supone forman un cuerpo de 45 textos apocalípticos, son inequívocamente seudónimos. En otras palabras, un grupo de redactores elaboraron esos escritos y le dieron paternidad utilizando nombres de grandes personalidades de la historia judía.

Este recurso era aceptado por los destinatarios de los libros, pues ellos sabían perfectamente que los hombres célebres, supuestos autores, ya habían muerto. Es más, la seudonímia servía para darle una mayor validez y aceptación entre la comunidad receptora de esta literatura.

La pregunta es: ¿Si los libros de corte apocalíptico son seudonímicos, el Apocalipsis bíblico también lo es?

Es una pregunta difícil de responder, pero desde mi punto de vista el apocalipsis bíblico es el único que tiene una paternidad auténtica. Para esto sí me defino perteneciente a la escuela de pensamiento tradicional de Justino Mártir, que creyó en la autoría juanína del apocalipsis allá en el siglo II de nuestra era. No obstante, Dionisio, un obispo de Alejandría en siglo III, comparó el lenguaje, estilo y la línea de pensamiento con los demás escritos del apóstol Juan y concluyó que no era posible que éste fuera obra de él en razón de no ser igual. Pero el argumento que bota esa conclusión es que los géneros literarios son diferentes y por lo tanto el lenguaje debe ser diferente. Además, Juan se menciona a sí mismo 4 veces, por lo tanto no hay duda que él es el autor.

Lo importante no es tanto conocer quién fue en realidad el autor, sino conocer lo que el Señor quiere decirnos a través de este maravilloso libro, pero estos detalles sin duda nos abren un panorama más amplio para comprender su mensaje.

El estudio del apocalipsis es muy interesante, y conocer estos detalles es apasionante. Espero que a ustedes también les apasione este libro y su estudio, que a lo largo de mucho tiempo (los jueves) trataremos de seguir escudriñando y extrayendo enseñanzas que abonaran a nuestra vivencia íntima y diaria con el Señor.

jueves, 21 de julio de 2011

La literatura apocalíptica

Para sorpresa de algunos, nuestro maravilloso libro del apocalipsis bíblico, no es el único en su género. En realidad hay todo un conjunto de expresiones literarias que expresan a través de símbolos y metáforas, el tiempo en que el pueblo judío fue oprimido por los helénicos y los romanos. A esos escritos se les ha llamado: "Literatura Apocalíptica".

En esta oportunidad, abordaremos una de las características de la literatura apocalíptica, a la cual es pertenece nuestro libro de estudio en este blog. La característica es el tema general de la literatura apocalíptica. En los siguientes jueves seguiremos con las demás características.

  • Tema general de la literatura apocalíptica. 
El tema de la literatura apocalíptica es siempre el bien imponiéndose sobre el mal. Pero no se trata de simples relatos o visiones llenos de una esperanza barata en la que se le hace creer al lector que puede evadir su mundo y soñar con uno mejor.

Al leer la literatura apocalíptica no solo nos ponemos a soñar, sino a creer que más pronto de lo que sospechamos el bien exterminará el mal. No así las excelentes novelas literarias que al leerlas quedamos impactados y fascinados, soñando vanamente con un mundo mejor, pero eso solo es ficción. La literatura apocalíptica es verdad.

El libro de oro apocalíptico, así le llamo al apocalipsis bíblico en razón de ser el mejor en todos los sentidos, nos da una esperanza inigualable, nos muestra que Cristo le dará fin a las travesuras de Satanás. Nos enseña que por fin el dolor pasará y el bienestar será el que reine. Nos da la confianza en que un día vendrá en su parusía (segunda venida de Jesús) y todo será mejor. Pero también nos anima a creer que en el aquí y ahora Dios tomará cartas en los asuntos que aquejan nuestras vidas, y nos dará una salida favorable para que estemos mucho mejor.


El tema general es producto de la opresión judía de parte del imperio griego y luego del imperio romano durante el siglo primero (y también antes de ese siglo). Los judíos anhelaban una intervención divina que les diera la libertad e independencia de los imperios opresores que habían conquistado Palestina. De eso escribían en los libros de carácter apocalíptico.

La esperanza judía era que el mesías no solo fuera un líder religioso, sino también un líder político que utilizara la fuerza para liberar al pueblo, pero Jesús, el verdadero mesías, no mostró interés en rebelarse contra el imperio. Y eso frustró a muchos. Y respecto a esto, podemos reflexionar en la siguiente interrogante: ¿No será que nosotros estamos como los judíos, pensando que Jesús debe adaptarse a nuestras necesidades?

A veces, el que Jesús no bendiga ciertos proyectos o no respalde nuestros planes, nos frustra porque pensamos que él no está con nosotros. Pero lo que no hemos pensado es que no se trata de nuestras necesidades, sino de sus propósitos. Al final, sus propósitos siempre son de bendición, aunque quizás no de la menera en que esperabamos.

Volviendo a la esperanza judía, el que Jesús no incitara una rebelión, no significaba que Dios no quería que su pueblo fuera liberado. Al contrario, sí lo quería, pero su plan era liberar las almas de la condenación eterna y luego, en la parusía, liberarlos del yugo opresor.
El plan de Dios es primero liberar las almas de la condenación eterna, y luego de todo yugo opresor aquí en la tierra. Nunca al contrario.
Esta ultima afirmación choca contra la teología de la liberación. Ella enseña que Dios quiere la liberación de todo lo que pueda oprimir a los pobres. El problema es que le da tanto énfasis a eso, que descuida el aspecto espiritual y eterno de las personas pobres. Pues la mayor pobreza que pueda tener una persona es vivir en la miseria del pecado, y por ello necesita urgentemente la liberación de su condena, para luego recibir la liberación de lo que le oprime aquí en la tierra. ¿Pero qué opina usted?

El siguiente jueves conoceremos y reflexionaremos en torno a otra característica de la literatura apocalítica.

Suplemento:
Si quieres conocer y leer otros apocalipsis, puedes descargar desde este blog: "El apocalipsis de Enoc". Es gratis.

Click aquí para descargar el documento

Aunque no es canónico, ni inspirado por Dios, es bueno leerlo para tener un panorama más amplio de la literatura apocalíptica.

Espero tus comentarios sobre esta entrada del blog. Bendiciones!

jueves, 26 de mayo de 2011

El apocalipsis se estudia desde su contexto

La palabra Apocalipsis es importante, porque es el título del libro que llama nuestra atención en este blog.  "Apocalipsis" es en realidad una transliteración de la palabra griega: "Apokalýsis", cuya denotación es: Quitar el velo para ver con claridad, es decir REVELACIÓN.


El libro es básicamente eso, una revelación de los eventos futuros de la historia universal y principalmente de la historia futura de la Iglesia de Jesucristo. Pero no debemos limitar el contenido del libro a los eventos del futuro, pues entonces sería un libro escuetamente de escatología. La verdad es que debemos abordar el libro desde el contexto social, económico y político del tiempo en que fue escrito, para que a la luz de eso podamos entender su mensaje profético para el futuro, pero también para el presente. Esto, obviamente lo haremos en la medida en que avancemos en este estudio.

Por otro lado, contrario a lo que algunos piensan, el Apocalipsis bíblico, no es único en su especie. A decir verdad, hay todo un género literario denominado: "Literatura apocalíptica". De esta literatura estaremos estudiando el próximo jueves.


Por ahora, podríamos reflexionar en una verdad fundamental acerca de nuestro estudio personal de la Biblia.

Como ya vimos, el apocalipsis no se debe estudiar solamente para conocer las cosas que han de suceder en el futuro. Al contrario, antes de hacer interpretaciones y aplicaciones sobre el futuro, debemos conocer el contexto en que fue escrito. Y esto no aplica sólo para el Apocalipsis, sino también para todos los libros de la Biblia.

Muchos creyentes al leer la Biblia, hacen interpretaciones y aplicaciones erróneas, porque toman el texto bíblico de una forma muy superficial. No se preocupan por indagar qué es lo que estaba pasando en el momento de ser escrito, ni las razones para las que fue redactado. Por eso, terminan equivocados y confundidos respecto a lo que realmente dice la Palabra de Dios.

La recomendación para hoy:
Habiendo entendido que el apocalipsis hay que estudiarlo más allá de su contenido profético para el futuro, es decir, conocer el contexto en que fue escrito, entenderemos también que los demás libros de la Biblia de la misma manera hay que estudiarlos de una foma más profunda y no superficial, para que no vayamos a equivocarnos al interpretar y aplicar lo que realmente quiere decirnos.


Suplemento:
Quiero ofrecer a todos ustedes, estimados lectores, un suplemento sobre la Hermenéutica (ciencia bíblica que nos ayuda a interpretar correctamente un texto bíblico). Pueden visitar mi blog: lapalabraporezequiel.blogspot.com En él, a partir del sábado 28 de mayo pueden encontrar valiosa información sobre Hermenéutica, así tendrán un recurso más para estudiar y deleitarse en su lectura bíblica.

Les espero el próximo jueves para continuar nuestro estudio bíblico del Apocalipsis. Recuerden que veremos algunas cosas sobre el género apocalíptico.

lunes, 11 de abril de 2011

“Quién entra al mundo del Apocalipsis tiene que estar preparado para muchas sorpresas”

En este blog también encontrará noticias y curiosidades respecto al Apocalipsis. Y antes de seguir con nuestro esudio de manera sistemática, haremos una pausa para presentar una entrevista que noticiasristianas.com, le hizo a Juan Stam sobre el Apocalipsis:

Juan Stam (78), oriundo de Paterson, Nueva Jersey, es uno de los teólogos evangélicos «latinoamericanos» más pertinentes de la actualidad. Aunque es estadounidense de nacimiento, se nacionalizó costarricense como parte de un proceso de identificación con América Latina que lleva más de cincuenta años. Está casado con Doris y tienen 3 hijos y 5 nietos.

Juan es Dr. en teología, por la Universidad de Basilea, Suiza. Es docente y escritor de libros, artículos y del Comentario Biblico Iberoamericano de Apocalipsis.

¿Cómo se inició su ministerio en Latinoamérica?
Luego de estudiar en Wheaton y Fuller estudiamos castellano, y aunque hacían falta profesores en el Seminario Bíblico de San José, nuestra misión muy sabiamente decidió enviarnos a realizar un pastorado rural en el noreste de Costa Rica, en el pueblo de Santa Cruz, esto ya hace más de 50 años. Esta experiencia fue extraordinariamente formativa para nosotros. En realidad, lo fue mucho más que los años de estudio en el aula. Allí aprendimos los dichos, disfrutamos los chistes y escuchamos las historias de los campesinos, nos enamoramos de la gente y de todo lo latinoamericano, y con eso también más de Jesucristo y de su evangelio. Desde entonces siento que llevo adentro un pastor campesino, mucho más que sólo un profesor académico.

¿Qué métodos de estudio de la Biblia Ud. recomienda a los pastores Latinoamericanos?
Me gusta recomendar tres herramientas para el estudio bíblico, porque he visto a través de muchos años lo valiosas que son.
La primera de mis herramientas para estudiar bien la Biblia es una lupa. La lupa nos servirá para examinar cada pasaje con el debido cuidado, o sea, “escudriñar las escrituras” como lo hacían los Bereanos. Eso nos ayudará a ver mucho mejor lo que realmente está en el texto que el Espíritu Santo inspiró y lo que no está, porque no aparece bajo la lupa. Y sin duda, habrá sorpresas.
Una segunda herramienta indispensable para el bueno estudio bíblico es un borrador (de pizarra y lo más grande posible). Un problema mayor en el estudio bíblico es que no queremos que la Biblia cambie nuestras ideas y nuestra vida. Es demasiado incómodo, y nos pone nerviosos. Claro, esos cambios tienen que estar sujetos a la Palabra; la lupa tiene que ir antes del borrador.
Finalmente, la tercera herramienta es un par de audífonos, para sintonizar la voz de Dios. No estudiamos las escrituras sólo para ser expertos en conocimiento bíblico, sino para escuchar al Señor, ser discípulos fieles y obedecer su voluntad. No bastan la lupa y el borrador; necesitamos también audífonos espirituales.

¿Cómo debería ser estudiado el libro de Apocalipsis?
¡Quién entra al mundo del Apocalipsis tiene que estar preparado para muchas sorpresas! El Apocalipsis es un libro realmente único dentro del canon bíblico y aún en la literatura universal.
En primer lugar los lectores modernos del Apocalipsis deben tratar de comprender el mensaje que el libro tenía para los creyentes del Asia Menor, en tiempos de Juan. Estudiar el trasfondo histórico, las claves hermenéuticas y el mensaje del Apocalipsis es un trabajo de toda una vida.
A pesar de la dificultad del paso de casi dos milenios desde que el libro salió a la luz, abundan los datos que ayudan a entender el mensaje central de todos los pasajes e incluso la inmensa mayoría de los detalles. A veces, sin embargo, es necesario simplemente confesar nuestra actual ignorancia ante ciertas frases del texto. Para otros detalles hay una o más interpretaciones posibles pero ninguna segura.
A menudo el trabajo de averiguar las diversas alternativas de interpretación, los pro y los contra de cada una, es arduo y lento. El Apocalipsis es para los valientes que se animan a buscar en el texto con la lupa; pero también es para humildes, para los que desean escuchar con suficiente respeto lo que realmente dice el texto inspirado.
Muchos creen entender este libro y tienen sensacionales explicaciones para casi todos sus detalles. Eso puede impresionarnos y hasta deslumbrarnos, pero surge un pequeño problema; cuando examinamos cuidadosamente el texto del Apocalipsis, muchas veces resulta difícil o imposible corroborar las interpretaciones espectaculares que pretenden dársele al libro. Algunas “profecías” (Hitler como el anticristo, Moscú como Magog, la Naciones Unidas como el caballo blanco) han resultado claramente equivocadas.

¿Cómo inició Ud. sus estudios del Apocalipsis?
El libro del Apocalipsis me ha inspirado durante más de medio siglo. Tanto personalmente como en los cursos del Seminario fui enfocando mi visión en este maravilloso libro. Una congregación rural de Costa Rica, me rogó a fines de la década del sesenta que les diera un mes de estudios del Apocalipsis. Fue el primero de muchos centenares de sermones y clases sobre este libro y sobre escatología, en la mayoría de los países de América Latina.
He aprendido lecciones valiosas de los hermanos, los estudiantes de seminario con los cuales estudiamos este libro, y de mi esposa Doris, compañera fiel en nuestro peregrinaje compartido. Fue una aventura muy desafiante la de preparar el Comentario Bíblico Iberoamericano, editado por ediciones Kairos.
¿Es posible entender hoy en día el Apocalipsis, Dr. Stam?
En contraste con el libro de Daniel, Apocalipsis es un libro abierto. El Cordero desató los sellos. Los creyentes que tienen sabiduría pueden entender el mensaje de esta profecía. Pero en este libro no debemos buscar sentidos futuros que el mismo Juan no hubiera entendido. Es bastante distinto de la impresión que muchos tienen hoy en día, y de la forma en que muchos suelen leerlo, como si el libro fuera un rompecabezas esotérico y como si la bendición prometida se dirigiera a los que fuesen capaces de resolver el crucigrama futurista, y poner en orden cronológico todos los eventos venideros para hacer un cuadro gráfico de todo el porvenir.
Lamentablemente la mayoría de los lectores modernos se acercan al Apocalipsis con muchos presupuestos equivocados que obstaculizan el entendimiento fiel de su mensaje. Muchas veces le hacemos al libro preguntas que el autor y los lectores no planteaban. A menudo insistimos en ver cosas que no están en el texto y, por concentrarnos en esas cosas que creemos ver pero no están, no percibimos las enseñanzas que sí están escritas.
El Apocalipsis fue escrito para ser entendido precisamente por los fieles comunes y corrientes de Asia Menor. No fue escrito para especialistas ni eruditos, quienes tendrían que explicárselo a la iglesia. Su sitio original no era el escritorio del experto sino la congregación en su lectura comunitaria.

Muchos ven en el Apocalipsis solo catástrofes. ¿Cuál es el verdadero mensaje presentado por Juan?
Algo raro ha pasado con este libro. Fue escrito para quitarles el miedo a los cristianos de Asia Menor del siglo I, pero ahora tiene el efecto opuesto: llena de miedo a muchos lectores. Ellos, que vivían amenazados, lo recibían como esperanza; nosotros que vivimos tranquilos, lo recibimos a menudo como amenazante. Algunos hasta sufren pesadillas con las dantescas imágenes de Juan, y predicadores oportunistas las explotan para ejercitar un terrorismo apocalíptico. ¡Al contrario: el Apocalipsis es un mensaje de esperanza en Cristo que debe llenarnos de gozo!

Pero, ¿Tiene el Apocalipsis algo que decirnos referente al futuro?
Es cierto que el Apocalipsis anuncia muchas cosas venideras que se extienden hasta el mismo fin del mundo. Habla de algunas cosas futuras que Juan no parece concebir como de su propia época, como por ejemplo una confrontación final que se llama Armagedón, la vendida del Hijo del hombre, el juicio final y la nueva creación. Negar todos estos elementos de escatología futura sería negar el claro mensaje bíblico del libro.
Pero también es cierto que esas enseñanzas futuras, por muy importantes que sean, no agotan el mensaje del Apocalipsis. De hecho, ni siquiera constituyen el mensaje central del libro. Si analizamos el Apocalipsis cuidadosamente, sin presupuestos que no surgen del texto mismo, descubriremos que la principal concentración del libro se enfoca sobre la situación inmediata en que las congregaciones del Asia Menor se hallan inmersas. En ningún momento deja atrás la realidad sociohistoríca de su época.
Todo el libro de Apocalipsis es un mensaje directo para sus primeros lectores. Juan describe acontecimientos futuros, pero en términos comprensibles para los lectores de su época. Nunca les hace entender que está vaticinando cosas que ellos no podrían comprender, tales como aviones, bombas, cohetes, petróleo, explosiones atómicas, computadoras, códigos de barras o microchips. Les habla claramente de temas y objetos que entienden, aun cuando describe realidades venideras.
Por lo tanto interpretar el Apocalipsis en términos de cosas que ni Juan ni sus lectores hubieran entendido, y que tampoco señalan las palabras del texto, es caer en un error grave.
Algunas recomendaciones para interpretar el Apocalipsis:
- Interpretar el Apocalipsis exegéticamente: Ser fiel al texto, y a lo que está escrito. No quitar, ni añadir.
- Interpretar el Apocalipsis históricamente: Conocer el contexto histórico de lo que ocurría en la época de Juan.
- Interpretar el Apocalipsis Cristocéntricamente: El tema central de todo el Apocalipsis es Cristo, el Señor. No las bestias ni el anticristo.
- Interpretar el Apocalipsis imaginativamente: Utilizar los ojos de la imaginación y todos los sentidos físicos para entender la riqueza de su simbología.
- Interpretar el Apocalipsis pastoralmente: El mensaje debe ser para orientar y fortalecer a la congregación, especialmente para infundir gozo, y esperanza en medio de crisis.
- Interpretar el Apocalipsis prácticamente: Para orientar la conducta ética de la vida de la iglesia. El mensaje tiene mucho que decir también a la comunidad a través de la voz profética de la iglesia sobre la justicia social y económica.

Fin de la entrevista.

Recuerde que todavía estamos en el versículo uno del capítulo uno. Esté pendiente porque en nuestra próxima entrega, daremos un vistazo a la palabra REVELACIÓN.

jueves, 3 de febrero de 2011

¡Ya no hay más revelaciones!

Hoy en día abundan personas que aseguran haber tenido revelaciones divinas. Hay gente que afirma haber muerto y conocido el cielo y el infierno, pero... ¿Qué tan ciertos serán esos testimonios?

El Apocalipsis comienza de la siguiente manera: " La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, ..."  

Este primer versículo deja por sentado grandes verdades, y éstas han sido ignoradas por algunos escatólogos. Una de esas verdades es la que trataremos en esta ocasión:

En la primera década del siglo XXI, han surgido muchos testimonios de gente que ha muerto y ha conocido el cielo y el infierno, y luego han regresado con la noble misión del Señor Jesús para que testifiquen sobre lo que han visto.

Cualquier creyente sencillo (es decir que no lee la Biblia), cree todo lo que esas personas dicen y aseguran. No obstante si uno lee detenidamente el primer versículo del Apocalipsis, se da cuenta que la REVELACIÓN ya fue dada una vez y para siempre.

Una de las cosas que fácilmente se observa en el versículo es que se habla en tiempo pretérito: "que Dios le dio...", es decir, la revelación ya fue dada.

Fue dada a Jesucristo por el Padre, y Jesucristo la dio a conocer a su siervo Juan, y Juan por voluntad del Señor la plasmó en este libro para que todos la supiéramos.

Ahora bien, si la revelación ya fue dada, entonces ¿qué clase de revelaciones tienen esas personas de los testimonios? Lo único que cabe decir sobre ellos es: ¡Son charlatanes!

Desconozco los motivos por los cuales hablan de esas supuestas "revelaciones divinas sobre el cielo y el infierno". A lo mejor es para meter miedo en los corazones de los incrédulos y que así asistan a una iglesia (cosa que no funciona). Otra de las explicaciones que podría dar sobre esas revelaciones, es que hay muchos religiosos que son fanáticos, y a veces el fanatismo puede llevar a la persona a tener alucinaciones.

Supongamos que esas revelaciones son verdad, tomemos dos ejemplos famosos de esos testimonios: siete jóvenes afirman haber ido de la mano del Señor Jesús al cielo y al infierno... ¿Qué, al infierno? ERROR.

En el infierno no hay nadie todavía, lo que hay es un lugar de tormento para los incrédulos que aguardan el día en que serán juzgados y echados al lago de fuego. Estos siete jóvenes tienen un gran problema, están confundiendo el lago de fuego con el lugar de tormento.

Ellos también hablan sobre personas que están ahí por no haber dado fielmente sus diezmos... ¿Qué, se condenaron por haberse quedado con los diezmos? ERROR.

Nadie se condena por quedarse con los diezmos, se condenan por no creer en Jesucristo.

Bueno, dejemos de lado a los siete jóvenes, veamos hoy a una joven que afirma haber estado muerta 23 horas y conocer el cielo y el infierno. Ella dice que vio a Michael Jackson en el infierno ¿Para alguien es  relevante y revelador eso? Claro que no, todos los que no creyeron en Jesucristo para hacerlo su salvador se condenarán.

Podría seguir, pero no quiero aburrir a mis lectores, y creo que con eso basta para reconocer que: ¡ Ya no hay revelaciones!

La revelación ya fue dada, ya está en la Biblia. No tenemos que darle credibilidad a cosas que no están en la Biblia. Además, la mayoría de cosas que dicen esos charlatanes, ya  están en la Biblia, por lo tanto no tiene nada de novedoso ni revelador. Es suficiente con abrir la Biblia pues ahí está toda la verdad revelada.

Siga pendiente pues seguiremos el estudio de Apocalipsis. Todavía no hemos agotado el versículo 1. En nuestra próxima ocasión hablaremos sobre el significado de la palabra REVELACIÓN y también hablaremos un poco sobre los otros apocalipsis que existen.

Apocalipsis
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Ezequiel Barrera